Sólo tres sesiones de hipnosis son suficientes para dejar de fumar de forma definitiva. Dependiendo del proceso del cliente, y sólo si fuera necesario, se realizará una cuarta sesión de aversión.
Existe un 80% de éxito al tratamiento con hipnosis.
Se presta especial atención a la prevención de recaídas, ya que su riesgo es muy bajo, un 2,5%.
Se realiza con muy poco esfuerzo, de forma fácil y agradable. Gracias a la hipnosis se fortalece la voluntad y libertad de no querer fumar, integrando la idea de no fumar en el inconsciente, sin ansiedad ni aumento de peso.
El tabaco no calma, lo hace la hipnosis.
Escuchar los audios de auto-hipnosis en casa, facilita y refuerza el proceso. Relaja, generando un estado de paz y fortaleza interior.
La hipnosis ayuda a:
elegir no fumar más, estando seguro y satisfecho de tu decisión.
que la tarea de olvidar el tabaco sea fácil. El deseo de fumar es muy leve y la idea pasa por la mente sin prestarle mucha atención.
desvincularse de la idea de la necesidad de fumar y darse cuenta de quién es uno mismo sin el tabaco.
eliminar la ansiedad, trabajando a nivel consciente e inconsciente. Pasarás de “querer fumar y no poder” a “poder fumar y no querer”.
¿Cómo es el proceso?
Primeramente se mantiene una conversación entre cliente y terapeuta, que sirve para recabar información, valorar el grado de motivación, aclarar conceptos, identificar mitos, etc…
Seguidamente, y en las siguientes sesiones, se realizarán varias inducciones hipnóticas, que consisten en entrar en un estado de relajación similar al duerme-vela, donde en todo momento será consciente de lo que ocurre a su alrededor.
Las inducciones hipnóticas ayudan a que la idea de no fumar se procese a nivel inconsciente, de una forma agradable y relajante. En cada sesión, se comparte la experiencia con el terapeuta quién marcará pautas a seguir entre sesión y sesión.
