La primera infancia está llena de intentos repetidos, fracasos, y finalmente éxitos en el desarrollo paulatino de autonomía.
Para ello, es necesario tener enraizadas las creencia “soy digno de ser querido”, “soy valioso”, “merezco que me cuiden”, estoy seguro", ya que aportan la confianza y valentía para alcanzar la autonomía de una forma saludable.
Los niños son muy vulnerables a los acontecimientos traumáticos, y muchos sucesos que los adultos consideramos ordinarios, como la muerte de un abuelo o ser criticado públicamente por un profesor, ellos los experimentan como amenazantes para su vida, y se instalan creencias de “estoy en peligro”, “no soy querido”, que impactan en su desarrollo.
Estos problemas si no se tratan, suelen empeorar con el tiempo. Los niños no lo superan por el mero paso del tiempo. EMDR ayuda a los niños a recuperar el equilibrio y seguridad perdidos para que puedan seguir con su proprio crecimiento.
A medida que el trauma sea más simple y el niño tenga un entorno seguro y un apego adecuado, más rápido y efectivo será el tratamiento.
A mayor trauma y desestructuración será necesaria una intervención mayor y la colaboración de los padres para afianzar esas creencias positivas que se convierten en el timón de nuestra vida.
El método SHEC
Las siglas de SHEC significan: "Sincronización de Hemisferios cerebrales" y es un método psicoterapéutico que permite solucionar diferentes tipos de traumas en niños y adolescentes, de una manera rápida y eficaz.
