Publicado: 20 de Agosto de 2024
Ah, la familia.. Ese campo de batalla amoroso donde todos son soldados, y de vez en cuando, algunos se convierten en héroes … o bueno, en los no tan héroes. La comparación entre hermanos es un fenómeno casi universal que puede tener un impacto significativo en la autoestima de los niños. Vamos a desentrañar este tema con una pizca de humor, porque, al fin y al cabo, reír es uno de los mejores remedios.
El Drama de "¿Por qué no puedes ser más como tu hermano?"
Imagina esto: Juanito saca una A en matemáticas; su hermana Pepita saca una C y entonces llega el fatídico comentario: "¿Por qué no puedes ser más como tu hermano?". Este es el tipo de frase que, aunque bien intencionada, puede provocar un maremoto emocional.
Comparar a los hijos es como comparar manzanas con naranjas. Ambos son deliciosos, pero tienen cualidades distintas. Juanito puede ser un genio de las matemáticas, pero Pepita podría ser la próxima Frida Kahlo. Compararlos solo deja un mal sabor de boca y baja autoestima, como si le dijeras a una manzana que debería ser más jugosa como una naranja.
El efecto de la comparación en la autoestima
La autoestima de un niño es frágil, similar a una torre de Jenga: retira la pieza equivocada (una comparación maliciosa) y todo puede venirse abajo. Cuando los niños se sienten constantemente comparados, pueden desarrollar sentimientos de inferioridad y dudar sobre sus propias capacidades.
Imagina que Pepita empieza a pensar que nunca será tan buena como Juanito. Su confianza se tambalea y empieza a dudar de su propio talento. La comparación es un ladrón silencioso que se lleva la confianza y deja inseguridad en su lugar.
Estrategias para Evitar Comparaciones y Fomentar la Autoestima:
1. Valorar las fortalezas individuales
Cada niño tiene su propio conjunto de habilidades y talentos. Valora a Pepita por sus dotes artísticas y a Juanito por su destreza con los números. Todos tienen su propio brillo.
Dedica tiempo a observar y descubrir qué hace especial a cada uno de tus hijos. Habla con ellos sobre sus intereses y apóyalos en sus pasatiempos. Por ejemplo, si a Pepita le encanta dibujar, llévala a clases de arte y muestra su trabajo en casa. Si Juanito disfruta de las matemáticas, aliéntalo con desafíos adicionales y elógialo por sus logros. Celebrar sus individualidades fortalece su autoestima.
2. Fomentar la colaboración en lugar de la competencia
En lugar de enfrentarlos, busca actividades donde puedan colaborar. ¿Quién dice que Juanito no puede aprender algo de arte de Pepita?
Organiza proyectos familiares que requieran el trabajo en equipo. Por ejemplo, un proyecto de jardinería donde Pepita diseñe el jardín y Juanito se encargue de las mediciones y cálculos. También puedes animarlos a trabajar juntos en tareas del hogar, donde cada uno tenga un rol que destaque sus habilidades únicas. Fomentar la colaboración les enseña a apreciar las fortalezas del otro y reduce la competencia.
3. Reforzar la Autoestima Positivamente
Celebra los logros individuales de cada uno. Un "Estoy orgulloso de ti" va mucho más lejos que un "¿Por qué no puedes ser como...?"
Sé generoso con los elogios sinceros y específicos. En lugar de decir "Buen trabajo", di "Me encantó cómo usaste esos colores brillantes en tu dibujo Pepita", o "Estoy muy impresionado con la forma en que resolviste ese problema matemático Juanito". Estos elogios detallados muestran a tus hijos que aprecias sus esfuerzos y talentos específicos, fortaleciendo su confianza.
En el siguiente artículo daremos más estrategias para evitar las comparaciones entre hermanos, no te lo pierdas!