Publicado: 1 de Septiembre de 2024
Cuando un hijo entra en terapia, es natural que los padres se sientan un poco abrumados y llenos de preguntas. La buena noticia es que hay muchas maneras en las que puedes apoyar a tu hijo en este proceso. Aquí tienes algunos consejos prácticos para acompañar a tu hijo en su camino hacia el bienestar emocional, con un pequeño toque de humor para aligerar la carga:
1. Mantén una actitud positiva y abierta
La terapia es una herramienta poderosa para el crecimiento emocional. Mantén una actitud abierta y positiva sobre la terapia, evita comentarios negativos o preocupaciones excesivas delante de tu hijo. Recuerda, el optimismo es contagioso y si te sientes tentado a decir algo negativo, mejor da una vuelta a la manzana y saca al perro, que mucho te lo agradecerá.
2. Crea un entorno seguro y acogedor en casa
Asegúrate de que tu hijo sienta que puede hablar abiertamente en casa. Esto significa escuchar sin juzgar, y crear un espacio donde se sienta seguro para expresar sus sentimientos. Piensa en tu hogar como una fortaleza emocional, donde cada rincón está lleno de amor y comprensión.
3. Establece rutinas consistentes
Las rutinas proporcionan seguridad y previsibilidad, lo cual es crucial para todos los niños, especialmente si están teniendo algún problema emocional. Asegúrate de mantener horarios regulares para comidas, estudios y tiempo de juego. Una buena rutina es como una canción de cuna para el cerebro, brindando calma y estructura.
4. Comunicación con el terapeuta
Mantén una comunicación abierta con el terapeuta de tu hijo. Pregunta cómo puedes apoyar mejor el proceso terapéutico en casa. Los terapeutas no muerden, te lo prometo.
Esta comunicación te ayudará a entender mejor el progreso y las necesidades de tu hijo. Eso sí y muy importante: respeta el tiempo del terapeuta, hazlo dentro del espacio terapéutico, y no por teléfono o WhatsApp, pues así no se resiente la relación.
5. Participa en las sesiones si es necesario
Algunos terapeutas pueden invitarte a participar en ciertas sesiones. Aprovecha estas oportunidades para aprender más sobre las técnicas que se están utilizando y cómo puedes aplicarlas en casa.
Asegúrate de no robar el espectáculo; recuerda que el protagonista aquí es tu hijo. ¡Este no es tu momento de ganar un Oscar!
6. Fomenta la autoexpresión creativa
Anima a tu hijo a expresar sus emociones a través de actividades creativas como el dibujo, la escritura o el juego. La creatividad es una excelente manera de procesar sentimientos complejos, quién sabe, tal vez descubras un pequeño Picasso en casa! Solo asegúrate de que sus obras maestras no terminen en las paredes del salón.
7. Practica la paciencia y la empatía
El progreso en terapia puede ser lento y no siempre lineal. Practica la paciencia y la empatía, entendiendo que tu hijo está haciendo lo mejor que puede. A veces, un abrazo y una oreja dispuesta a escuchar son más efectivos que cualquier consejo. Luego, si todo falla, no te olvides que siempre estará el chocolate.
8. Evita el control en la terapia
Si quieres controlar lo que se trabaja en terapia, obstaculizarás el proceso y la confianza entre tu hijo y el terapeuta, resultando ser menos efectiva de lo que debería ser.
No te pierdas nuestra Parte II sobre este interesante articulo que te ayudara a gestionr mejor las emociones de tus hijos.
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