/photos/459/459928951/1748978673994.png)
Publicado: 1 de Julio de 2025
En un mundo donde la inmediatez y la sobreexigencia se han normalizado, muchas personas han olvidado una verdad básica: el respeto comienza por cómo se administra el tiempo de los demás.
Si alguien constantemente llega tarde, interrumpe tus momentos importantes, cancela sin previo aviso o solo aparece cuando le conviene, no está ignorando solo tu agenda. Está ignorándote a ti.
Tardar sin avisar, hablar sin escuchar, cancelar a último minuto o interrumpir como si tus ideas no tuvieran valor no son simples descuidos. Son actitudes que desgastan emocionalmente y transmiten un mensaje claro: tu tiempo y tu presencia no importan tanto.
Por eso es fundamental aprender a establecer límites. No se trata de ser rígido, sino de tener claridad. Tu tiempo vale. Y quien realmente lo respeta, también te respeta a ti.
Poner límites no es egoísmo, es autocuidado. Es una forma de recordarte (y recordarle a los demás) que no estás disponible para dinámicas que desgastan, confunden o hieren. No tienes que justificarlo. No necesitas explicarlo una y otra vez. Basta con actuar en coherencia con lo que mereces.
Porque cuando comienzas a proteger tu espacio, tu energía y tus horarios, algo cambia: empiezas a rodearte de personas que sí valoran tu presencia.
¿Quieres aprender a establecer límites sin culpa y fortalecer tu autoestima?
Visita nuestras plataformas para más reflexiones como esta:
www.centrohopecollege.com
https://linktr.ee/beahoper